Alfredo Espino

Edgardo Alfredo Espino Najarro, mejor conocido como Alfredo Espino, fue un poeta salvadoreño. Nació en el Departamento de Ahuachapán, zona occidental de El Salvador, en el año de 1900. hijo de Enriqueta Najarro, maestra por vocación, y Alfonso Espino, poeta, creció en un hogar que respiraba poesía y amor al arte, su hermano Miguel Ángel Espino también creció para volverse artista de la pluma pero en la rama de la prosa.
Ingresó a la Universidad de El Salvador en el año de 1920, inscribiendose en la Jurisprudencia durante su instancia en la Ciudad Universitaria, fue parte de tantas actividades dentro de la misma inclusive de manifestaciones hechas por estudiantes para evitar el alza de los precios de pasaje en tranvía.
Los últimos años de su vida se volvieron muy adversos, la negativa de sus padres para consentir su casamiento con ciertas jóvenes lo condujo a constantes desequilibrios emocionales y amorosos. Para mitigarlos, se entregó a largos ratos de bohemia, en bares y burdeles de la Capital Salvadoreña.
Fue durante una de estas crisis alcohólicas que él mismo puso fin a su vida, en la madrugada del 24 de mayo de 1928 en la ciudad de San Salvador.
Sepultados primero en el Cementerio General capitalino -donde los discursos de estilo corrieron a cargo del doctor y escritor Julio Enrique Ávila y los entonces bachilleres Manuel F. Chavarría y Rafael Vásquez-, desde hace unos años los restos de Espino fueron trasladados a la Cripta de los Poetas, en el camposanto privado Jardines del Recuerdo, al sur de la ciudad de San Salvador.
Su único libro es Jícaras Tristes, recopilación de 96 poemas, publicada postumámente gracias a varios amigos y bajo el visto bueno de Alberto Masferrer, es uno de los libros más editados en su país; su autor es de los más leídos y comentados pero no estudiado o analizado en su expresión.
Tiene una poética delicada, buscó plasmar su terruño con una visión lírica; la que presentó con un estilo sencillo, fácil de captar, por lo tanto, sin complicaciones formales; escribió sonetos, romances y versos libres.




POEMAS:

Ascención

Dos alas!… ¿Quién tuviera dos alas para el vuelo? Esta tarde, en la cumbre,.- Todos los autores que buscas con sus mejores poemas – Ascensión – Alfredo Espino…

Árbol de fuego
Son tan vivos los rubores de tus flores, raro amigo, que yo a tus flores les digo: “Corazones.- Poesía para la familia, para los amigos,niños – Árbol de fuego – Alfredo Espino…

Cañal en flor
Eran mares los cañales que yo contemplaba un día (mi barca de fantasía bogaba.- Versos de amor , románticos, rimas – Cañal en flor – Alfredo Espino…

Después de la lluvia
Por las floridas barrancas Pasó anoche el aguacero Y amaneció el limonero Llorando.- Encontraras miles poemas para disfrutar – Después de la lluvia – Alfredo Espino…

El nido
Es porque un pajarito de la montaña ha hecho, en el hueco de un árbol, su nido.- Los Poetas mas conocidos de la historia, su Obra – El nido – Alfredo Espino…

La muchachita pálida
Aquella muchachita pálida que vivía pidiendo una limosna, de mesón en mesón, en.- Busca los autores y poemas que necesites – La muchachita pálida – Alfredo Espino…

La tórtola
¡Cucú, cucú! ¿Estás gimiendo, tórtola del arrozal? ¡Mirá que me estás.- Tenemos lo que deseas, busca tu poema favorito para compartirlo – La tórtola – Alfredo Espino…

Las manos de mi madre
Manos las de mi madre, tan acariciadoras, tan de seda, tan de ella, blancas y bienhechoras. ¡Sólo.- Disfruta con tu familia y amigos – Las manos de mi madre – Alfredo Espino…

Los potros
Ya se acercan los potros; raudamente precisa el grupo sus contornos de estética.- Mas poemas de los que te imaginas, tenemos lo que quieres – Los potros – Alfredo Espino…

Quezaltepec
La noche fue dantesca… En medio del mutismo rompió de pronto el retumbar de un.- Brindamos una gran colección de la Obra de miles de autores – Quezaltepec – Alfredo Espino…

Un rancho y un lucero
Un día —¡primero Dios!— has de quererme un poquito. Yo levantaré el ranchito en.- Amor, romance, amistad, la poesía – Un rancho y un lucero – Alfredo Espino…